Una experiencia extraordinaria de Ayahuasca espera mientras el chamán indígena de la “tribu Cofán” en el sur de Colombia trae su viaje transformador y espiritual a Europa, ofreciendo a los occidentales la oportunidad de descubrir esta medicina antigua y curativa.
El chamán Andrés Criollo proviene de un linaje de chamanes y ha heredado el conocimiento sagrado de la curación de sus antepasados, su abuelo y su padre. Su propia abuela sirve como guardiana del aye (Ayahuasca). La tribu recolecta Chacruna y la Vid de las profundidades de la salvaguardada selva amazónica.
Fue un gran privilegio para mí recibir la invitación del chamán para visitar la tribu en el Amazonas y encontrarme con el renombrado "Chamán Jaguar", quien es el chamán anciano más estimado en Colombia y ocupa la posición espiritual más alta entre la comunidad Cofán.
El brebaje de Ayahuasca se prepara meticulosa y amorosamente durante largas horas, y a veces días, en la selva con cantos y oraciones. La ceremonia se lleva a cabo en Maluka, una sala ceremonial con poca luz y solo unas pocas velas, y comienza alrededor de las 10 de la noche y termina temprano en la mañana. La última dosis de Ayahuasca se consume como máximo a las 2 de la madrugada, siempre precedida de una breve oración antes del inicio de la ceremonia.
Sólo un vaso pequeño es suficiente para experimentar los efectos de la medicina sagrada, que permanecerá en su organismo durante horas. La potencia del espíritu de aye presente en la medicina varía según el tipo de vid utilizada; Algunas de las variedades más excepcionales incluyen el "Jaguar Yage", el "Lucero Yage" (que significa "estrella brillante") y el "Gold Yage".
Durante la ceremonia, el chamán normalmente dirige silbando, cantando canciones y ofreciendo oraciones. Comúnmente se incorporan a los rituales instrumentos musicales como la armónica, la batería y la guitarra. Después de la ceremonia, el chamán emplea la Guaira para purificar el cuerpo y la mente del paciente o discípulo, brindándole paz y protección.
Tras una extensa discusión con el chamán Andrés, se cree que quedan aproximadamente 2.000 individuos cofán (en contraste con los 15.000 habitantes desde el siglo XVI), con un promedio de alrededor de 2.800 miembros de la tribu étnica que viven en Colombia y Ecuador. La mayoría de las comunidades indígenas han sufrido pérdidas importantes debido a la minería y la exploración petrolera, así como a enfermedades y violencia.
Gracias a los esfuerzos combinados de las comunidades locales y las organizaciones humanitarias, se consiguió proteger legalmente aproximadamente 4.000 metros cuadrados de selva tropical. Además, establecieron instalaciones escolares locales para los jóvenes de la zona. Las tribus Cofán continúan sirviendo como protectores genuinos y distintivos del bosque hasta el día de hoy.
Visitar Putumayo, Colombia, ha sido una experiencia importante en mi vida, especialmente porque informo directamente desde el Amazonas. Estén atentos para obtener más detalles en mi próxima publicación de blog titulada "El Amazonas".
Agradezco a mis amigos y chamanes por presentarme el poder curativo sagrado de la Ayahuasca, limpiando mi alma y mi cuerpo. Agradezco su compañía durante este viaje transformador y su inquebrantable cuidado y apoyo.
Que seas bendecido con luz y, sobre todo, amor.
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