Anoche tuve una discusión con un amigo íntimo que a menudo se siente deprimido e infeliz con su entorno, amigos, conocidos y familia.
Durante una sesión de coaching, hablamos de su perspectiva de la vida. Le pregunté cuál era la causa de su desdicha diaria y me pidió que le enumerara algunos problemas. Mientras seguía hablando, admitió inesperadamente: «No me quiero a mí mismo». Fue entonces cuando intervine. Aunque puede que no tenga todas las soluciones, me comprometo a ayudar a los necesitados ayudándoles a reconocer su valía y a sentirse mejor consigo mismos. Para mí, se trata de fomentar una actitud positiva y compartir energía positiva. A través de mis experiencias pasadas, he aprendido que el amor es el remedio definitivo para todos los problemas. Cuando una persona empieza a quererse a sí misma, puede alcanzar la confianza en sí misma, el éxito, la felicidad y la paz. Todos los obstáculos se desvanecen, allanando el camino para un viaje claro y satisfactorio.
Cuando aconsejé a mi amiga, hice hincapié en que la clave de la felicidad reside en el amor a uno mismo. Para lograrlo, hay que priorizar el amor a uno mismo por encima de cualquier otra cosa. Alterando nuestras rutinas y pasando de un estado de inconsciencia a otro de atención plena, podemos abordar la multitud de ideas y creencias no reconocidas que residen en nuestra mente subconsciente. Estas nociones influyen en nuestros procesos de toma de decisiones y moldean nuestros comportamientos y perspectivas. A veces, nos impiden llevar una vida plena al socavar nuestros esfuerzos con pensamientos pesimistas. Al identificar y evaluar estos pensamientos, podemos determinar su validez y decidir si les hacemos caso. Este proceso nos permite tender un puente entre nuestras mentes consciente y subconsciente, ayudándonos en el viaje del autodescubrimiento.
A veces, podemos sentirnos inseguros acerca de nuestros deseos, dirección, emociones en determinadas circunstancias, y encontrar la vida como un reto. Tómate tu tiempo para aclarar tus objetivos vitales y comprenderte mejor a ti mismo. Incorpore positivismo y afirmaciones para mejorar su estado de ánimo. Poco a poco, notarás un cambio positivo en tus experiencias. Atraerás hacia ti todo lo que necesitas en la vida.
Abraza la vida plenamente, ¿lo entiendes? Deja que la vida te guíe, que el amor fluya a través de ti. Tus miedos, dolores y penas no deben ser suprimidos o rechazados, sino abrazados. Estate presente en tus luchas, dale la bienvenida a la vida y deja que te cure con la sabiduría que encierra. Vive una vida liberada alimentada por el poder de tu corazón. La verdad no tiene nombre, liberar es recibir. Recuerda, tú reflejas la eternidad, la luz y la abundancia. Tú encarnas tanto lo divino masculino como lo femenino, tu amor tiene el poder de sanarlo todo. Abraza la vida de todo corazón, no la rehuyas.
La vida es un viaje de autoexploración, que pone de relieve la importancia del amor propio, que actúa como fuerza cohesiva del universo. Sólo amándonos y cuidándonos a nosotros mismos podremos ayudar de verdad a los demás. El amor implica autocompasión, compasión por los demás y una profunda comprensión tanto de nosotros mismos como de los demás. Recordemos todos que lo que realmente necesitamos es más amor y menos desafíos.
En este mundo, es importante recordar el amor y la belleza que encierra. Este mundo merece respeto, cuidado y amor. Cada individuo tiene la capacidad de tener un impacto positivo. Ten en cuenta que tienes el poder de iluminar la oscuridad. Alimenta tu subconsciente con amor y observa cómo esa luz radiante se manifiesta en tu vida.
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