Como profesora de yoga, a menudo he visto a alumnos romper a llorar durante las sesiones, a menudo al final de mis clases. Este fenómeno suele denominarse «liberación emocional».
El yoga se reconoce no sólo como una actividad física, por lo que a menudo se hace referencia a él como una experiencia transformadora. A pesar de que comúnmente se asocia con la relajación y la paz interior, lo que muchos desconocen es que el yoga también puede ser un viaje profundo que impacta tanto en el cuerpo como en las emociones, llevando a veces a lágrimas inesperadas.
Las emociones se experimentan a través de la lente del cuerpo, la lente de la química. Cuando sentimos tristeza o pena, si no se expresa adecuadamente, permanece en nuestro interior. Reside en nuestra mente. Implica una respuesta química, y cada emoción desencadena una reacción. Estas emociones profundamente arraigadas se albergan en las caderas, los hombros, la espalda y otras zonas del cuerpo.
El yoga implica un proceso de descubrimiento y tratamiento de las emociones y toxinas que hemos estado reteniendo. Al elevar la temperatura corporal, aumentar el flujo sanguíneo y sincronizar los movimientos con la respiración profunda, el yoga permite al cuerpo y a la mente entrenar y liberar estos elementos de forma eficaz.
Durante la práctica del yoga, sobre todo hacia el final, experimentamos la sensación de que el prana se mueve libremente por todo el cuerpo. La aparición de sentimientos o emociones es una indicación positiva de que estamos purificando nuestro ser interior. A medida que respiramos y liberamos energía, afloran emociones, incluso intensas como lágrimas, miedo o ira. Es importante simplemente permitir que estos patrones se disuelvan como capas que se desprenden y rendirse al proceso.
Cuando la energía del Chakra del corazón fluye libremente, tiene el poder de liberar nuestras emociones reprimidas.
A pesar de nuestra elección de evitar sentirlo, interiorizamos el dolor y lo llevamos con nosotros. Este dolor permanece arraigado en nuestro cuerpo. Las emociones y los conceptos erróneos residen en nuestro interior, impidiéndonos alcanzar el Samadhi, que se describe como «iluminación consciente». Cualquier incomodidad o falta de facilidad en el cuerpo nos impide alcanzar y encontrar este estado.
Las asanas son un camino hacia la felicidad y nos acercan a ella al centrar nuestra mente y liberar cualquier tensión emocional o interna de nuestro cuerpo.
El yoga es una excelente práctica curativa y un método fantástico para liberarse del estrés y la ansiedad. Practicar yoga nos permite liberar eficazmente estas emociones por primera vez. Si te encuentras llorando durante o después de una sesión de yoga, permítete llorar tanto como sea necesario y abraza la experiencia de liberar tus sentimientos y emociones.
Namaste.
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